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Libro Historia de Colombia
y sus oligarquías (1498 - 2017)
por: Antonio Caballero
Los hombres y los dioses
Nuestros antepasados, los castellanos de la
España del Renacimiento y los aborígenes americanos con quienes se
tropezaron cuando desembarcaron en el Nuevo Mundo, dieron comienzo a una
tragicómica historia de malentendidos resueltos con sangre.
En busca de El Dorado
La aventura vital de Gonzalo Jiménez de Quesada
en el Nuevo Reino de Granada es el mejor ejemplo de lo que fue el
destino ambiguo de los conquistadores españoles de América: a la vez
triunfal y desgraciado.
El imperio de la ley
La Colonia en el Nuevo Reino de Granada empezó
con mal pie: de la ferocidad desaforada de la Conquista se pasó a la
crueldad más fría pero igualmente letal de la colonización sin
escrúpulos. Corrupción en Santa Fé, piratería en Cartagena.
Los malos y los buenos
Bajo la larga siesta colonial se incubaban las
semillas de la Independencia, tanto en las revueltas populares contra
los funcionarios de la Corona como en la educación ilustrada de las
élites criollas.
La desgraciada Patria Boba
A finales del siglo XVIII sucedían cosas
tremendas en el mundo. Con las noticias de las guerras de Europa se
agitaron esas aguas coloniales que, desde los tiempos de la sublevación
de los Comuneros, parecían otra vez estancadas.
La Guerra Grande
Los enredos políticos y las muchas guerras contradictorias
y simultáneas en variados escenarios del proceso de la
Independencia se pueden entender siguiendo la biografía de su principal
protagonista, Simón Bolívar.
Guerras y constituciones
(o viceversa)
Muerto el Libertador, desbaratada la Gran
Colombia en sus tres pedazos, la parte de la Nueva Granada se dedicó a
destrozarse ella también en sus varias regiones. Y en cada región, un
caudillo.
Regeneración y catástrofe
El régimen de los liberales radicales empezaba, ya se dijo, a hastiar
a la nación. Libertad y progreso, sí: “un mínimo de gobierno con
un máximo de libertad”. Pero el modesto progreso del naciente
capitalismo local se había venido abajo a partir de la crisis
económica mundial del año 1873.
La Hegemonía Conservadora
Los historiadores discrepan. Para Luis Eduardo Nieto Arteta, los años de la Hegemonía Conservadora
que siguieron a la Guerra de los Mil Días fueron una época de “retroceso generalizado”. David Bushnell,
en cambio, los define como “la nueva era de paz y café”.
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