viernes, 12 de julio de 2024

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Todo lo que debe saber sobre las inyecciones para adelgazar

Los especialistas recomiendan este tipo de tratamientos para adelgazar que antes solo eran utilizados para pacientes diabéticos. La ciencia evoluciona y en estos fármacos han encontrado una alternativa para atacar el sobrepeso y la obesidad.

  • Todo lo que debe saber sobre las inyecciones para adelgazar
  •  Manuela Monsalve Isaza es una usuaria del medicamento inyectable Saxenda y con él ha bajado 7 kilos desde diciembre. FOTO: Cortesía
    Manuela Monsalve Isaza es una usuaria del medicamento inyectable Saxenda y con él ha bajado 7 kilos desde diciembre. FOTO: Cortesía
09 de abril de 2023

Basta entrar al sitio web oficial de una farmacia en Colombia y escribir en el buscador la palabra Ozempic para que salga la imagen de una caja blanca con una franja que indica que está agotado. Pasa igual en otra farmacia, aunque de ñapa le mantienen el precio: supera los 300.000 pesos colombianos.

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Está agotado porque parece un milagro: ayuda a adelgazar fácilmente. La diferencia entre la una y la otra es que en la segunda exigen una orden médica para comprar el producto: Ozempic (CF) Pluma Prellenada 1MG Dosis Caja X 1 Und. Venta bajo fórmula médica.

Ozempic es tan solo uno de los medicamentos que funcionan para tratar la diabetes tipo 2 y que las personas han sacado provecho para usarlo como un tratamiento para adelgazar, entre ellas, el multimillonario Elon Musk, que en octubre del año pasado confesó —tras el cuestionamiento de una seguidora— que el secreto para “mantenerse en forma” era el ayuno y el Wegovy, otro fármaco inyectable que al igual que el Ozempic producen pérdida de apetito.

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No es el único caso, en su momento la socialité Kim Kardashian se viralizó por su rápido adelgazamiento con el que sorprendió para entrar sin problema en el vestido de Marilyn Monroe que lució en la Met Gala del año pasado.

Una oportunidad

En la medicina es posible que algunos medicamentos destinados a ciertas enfermedades funcionen también con otras, así como ocurrió con estas inyecciones.

Al principio fueron creadas para los pacientes diabéticos al imitar una hormona conocida como péptido similar al glucagón tipo 1, que trabaja con un principio activo conocido como la semaglutida, sustancia que aumenta la cantidad de insulina liberada por el páncreas y que ayuda a controlar los niveles de glucosa en la sangre.

A medida que se usaba, los médicos se dieron cuenta de que la semaglutida envía señales al hipotálamo e inhibe el apetito, el hambre y da sensación de llenura, ya que los alimentos permanecen más tiempo en el estómago y en el intestino.

“Ninguno de estos medicamentos quema la grasa ni acelera el metabolismo. Lo que hace es que envía una señal al cerebro para que disminuya la ingesta de alimento. Tiene otros beneficios en cuanto a la secreción de insulina y la regulación de los niveles de azúcar”, explica Pedro Sánchez Márquez, médico internista endocrinólogo.

También, dice el especialista, hay evidencias de que estas inyecciones disminuyen el riesgo de progresión de la prediabetes a la diabetes y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y renales.

Sin embargo, lo que llama la atención a la mayoría —y lo que lo hace tan apetitoso— son los efectos de pérdida del apetito y sensación de llenura, ya que así las personas adelgazan fácilmente.

“Los pacientes diabéticos en sus tratamientos se daban cuenta de que bajaban de peso, entonces la discusión científica se trasladó a la aplicación de este medicamento en pacientes con obesidad y sobrepeso y se dieron cuenta de que era un método seguro”, cuenta María Clara Ortiz Sierra, médica internista de la Universidad CES.

Actualmente estos medicamentos se manejan para la obesidad y para las personas que tienen sobrepeso con alguna otra enfermedad de base como hipertensión, diabetes y colesterol alto, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).

En términos económicos, sus precios oscilan entre los 200.000 y 400.000 pesos colombianos, por lo que no son de fácil acceso para todas las personas.

¿Tan caros?

Claro, porque son medicamentos que generan ganancias significativas. En un artículo publicado en The Economist se mencionó que los inversores y analistas están emocionados con esta nueva industria que nace.

Por ejemplo, se estima que Novo Nordisk, la compañía farmacéutica danesa que fabrica Wegovy venderá este año entre 3.000 y 4.000 millones de dólares solo en Estados Unidos.

En Colombia solo hay dos medicamentos destinados a tratar la obesidad y el sobrepeso específicamente y se pueden conseguir por la EPS al estar aprobados por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) en Colombia.

Se trata de Orlistat y Saxenda, este último también un inyectable que tiene como principio activo la liraglutida, similar a la semaglutida. La única diferencia es que la aplicación de la liraglutida es de una vez al día y la semaglutida es apenas una vez por semana, por lo que puede ser más apetecido.

El Ozempic, que es semaglutida, por ejemplo, no puede adquirirse por la EPS, a no ser que sea diabético. Esto porque no está aprobado por el Invima para tratar la obesidad, pero sí lo está para la diabetes.

En otros países como Estados Unidos y en Europa también trata la obesidad y el sobrepeso, porque ellos sí tienen las dosis adecuadas de suministro, dice el endocrinólogo Pedro Sánchez Márquez.

También lo consiguen las personas que tengan el dinero en las farmacias sin prescripción médica, pero no es lo ideal porque es importante que lo envíe un especialista. Además, hay desabastecimiento.

Con estos medicamentos las dosis que las personas deben aplicarse varían de acuerdo a cuánto tolere el paciente, y esto lo determina el médico. “Si uno nota que el paciente tolera bien las dosis altas y tiene un alto grado de obesidad, se puede seguir aumentando hasta llegar a la dosis óptima. Si el paciente no lo tolera es ideal que se quede en las dosis bajas”, dice Maria Clara Ortiz Sierra.

Estos procesos deben llevarse a cabo en compañía de médicos como internistas, endocrinólogos y nutriólogos. No es solo ir a comprarlo a la farmacia, mucho ojo.

Los pacientes que cumplan con los requisitos (obesidad o sobrepeso con alguna otra enfermedad) pueden solicitar a las EPS el suministro del medicamento Saxenda para tratar sus afectaciones de salud, lo que no es posible con el Ozempic, por ejemplo.

Existen otros fármacos inyectables para adelgazar aprobados en el mundo como el Wegovy (el que usa Elon Musk) y también se ofrece uno nuevo en otra presentación, que es vía oral, en tabletas y que se toman una vez al día.

“En Colombia ya hay de esos medicamentos orales pero no son muchas las existencias”, dice la médica María Clara Ortiz Sierra. Además, son más costosos: en una farmacia se consiguen en 563.000 pesos colombianos. La ventaja es que no se tiene que inyectar cada día. Sin embargo, según el endocrinólogo Pedro solo están aprobadas para pacientes con diabetes.

Resultados favorables

Estas inyecciones han demostrado ser exitosas para adelgazar en pacientes con un índice de masa corporal (IMC) mayor a 27 (sobrepeso) y mayor a 30 (obesidad). Según el endocrinólogo Sánchez, con estas inyecciones se puede disminuir hasta un 10 % de peso y en un artículo de Scientific American, publicado este año, se describió una investigación que arrojó resultados alentadores: en un estudio que hicieron con adolescentes se evidenciaron cambios luego de que estuvieron casi 16 meses inyectándose semaglutida.

Según el artículo, en más de un tercio de los jóvenes se redujo el peso corporal en un 20 %, con apoyo de hábitos saludables como una alimentación balanceada y actividad física. También se han reportado beneficios en adultos.

Sin embargo, el artículo trae algunos cuestionamientos que menciona en el texto la psicóloga Sarah Nutter de la Universidad de Victoria en Canadá: “Realmente dudo en estar emocionada por algo que creo que es potencialmente dañino desde la perspectiva del estigma del peso”, escribió.

Para la psicóloga Juliana Santamaría Sáenz, estos tratamientos funcionan para las personas que tienen trastorno por atracón, sin embargo, “la transformación del cuerpo es demasiado rápida, pero no está en conjunto con la transformación mental, frente a mis emociones y la relación con la comida y si se la deja de poner seguirá sintiendo ansiedad y con más intensidad, entonces el cuerpo biológicamente subirá de peso”, dice y agrega que “la sociedad empieza a halagar a la persona que sentirá que solo es por ese medicamento que no es eterno. Hay que trabajar en las inseguridades y el autoestima”.

Es ahí donde entra el debate: no debe usarlas si no las necesita. Porque no debe ser una moda, sino un asunto de salud. Además que podría quitarle la oportunidad a alguien que sí lo requiera: en este momento el Ozempic está agotado, así que para los diabéticos es difícil conseguirlo.

¿Esperanza contra la obesidad?

Sí parece ser una oportunidad para reducir las cifras de obesidad y sobrepeso en Colombia y el mundo que según la Organización Mundial de la Salud son más de mil millones de personas con esta enfermedad; al menos 650 millones son adultos, 340 millones adolescentes y 39 millones son niños.

Además, esperan que aumente en los próximos años. Según la Federación Mundial de Obesidad (WOF, por sus siglas en inglés), 1.9 mil millones de personas tendrán obesidad para 2035.

A pesar de que esta sea una problemática que afecta a todas las edades, estas inyecciones no pueden aplicarse en niños, mujeres embarazadas o personas que hayan tenido algunos tipos de enfermedades como el carcinoma medular tiroideo y la pancreatitis idiopática a repetición, por lo que los especialistas refuerzan la importancia del acompañamiento en estos procesos. Los especialistas son los indicados para recetarlas.

Una imagen publicitaria en el subway de Nueva York sorprende a algunos internautas, que finalmente la difunden en redes. A weekly shot to lose weight (Una inyección semanal para perder peso, en español) mientras una mujer sostiene la pluma en su estómago.

Aplicarla es sencillo: es una pluma que se ajusta con una aguja de cuatro milímetros y se pone en el estómago, las piernas o los brazos.

Pacientes han reportado resultados significativos, algunos dicen que no pensaron que sería tan sencillo. Una de ellas es Manuela Monsalve Isaza, quien asegura que esta es la revolución de los tratamientos para adelgazar. Lo asegura luego de haber pasado por una cirugía de bypass gástrico hace algunos años.

¿Tan milagrosa?

La médica nutrióloga Érika White dice que estos medicamentos inyectables son seguros en la mayoría de los casos. Lo único es que deben suministrarse en compañía de un especialista que les pueda llevar un control médico.

Las inyecciones tienen, como todos los medicamentos, efectos secundarios como problemas gastrointestinales, dolor de cabeza, náuseas y otros que reportan los especialistas: “Los pacientes pueden presentar diarreas, estreñimiento, dolor abdominal, náuseas y deshidratación si consumen dosis inadecuadas”, dice Luis Miguel Becerra, nutricionista clínico pediátrico de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali.

Sin embargo, más allá de estas contraindicaciones, el medicamento no es peligroso ni afecta la integridad de las personas. La FDA evaluó y aprobó la mayoría de ellos.

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En un comunicado de prensa la FDA de 2021 se anunció que Wegovy (semaglutida 2,4 mg una vez a la semana) se convertía en el primer medicamento aprobado para el control de peso crónico en adultos con obesidad o sobrepeso general desde 2014.

“La aprobación de hoy (el día del anuncio) ofrece a los adultos con obesidad o sobrepeso una nueva y beneficiosa opción de tratamiento para incorporar a un programa de control de peso. La FDA mantiene su compromiso de facilitar el desarrollo y la aprobación de terapias adicionales seguras y eficaces para los adultos con estas enfermedades”, expresó John Sharretts, subdirector de la División de Diabetes, Trastornos de Lípidos y Obesidad del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA.

No reemplazan buenos hábitos

Estas inyecciones no son “milagrosas” y deben estar acompañadas de un tratamiento integral, con una alimentación balanceada y actividad física.

Andrés Zapata, nutricionista, indica que se comete un error si los médicos prescriben a sus pacientes solo estas inyecciones y se olvidan de otros asuntos como los hábitos saludables.

“No estoy de acuerdo cuando los médicos les envían a mis pacientes estos medicamentos sin razón, a no ser de que tengan resistencia a la insulina, obesidad o sean diabéticos”.

Se debe tener en cuenta que los pacientes que estén comiendo poco o estén haciendo activamente ejercicio pueden desnutrirse, asegura Zapata. “Por disminuir el peso no se sabe si lo que está disminuyendo es masa muscular o grasa. Las personas están extrapolando su uso porque piensan que es algo fitness y no es así. Es para enfermedades específicas”.

Valentina Jalil Ramírez, nutricionista dietista de la U. CES, explica que la obesidad y el sobrepeso son enfermedades “multifactoriales” y en ellas influyen factores psicológicos, ambientales, metabólicos y genéticos, por lo que se deben tener en cuenta también. Así como estos fármacos inyectables, dice Jalil Ramírez, también existen otras alternativas como las cirugías bariátricas, por ejemplo.

Sin embargo, lo más importante es “comenzar a tener un estilo de vida saludable” y evaluar cada caso, que es distinto y específico.

Infográfico

Manuela Monsalve Isaza, un caso de la vida real

Manuela es una paciente que durante su vida ha tenido altibajos con su peso, en algunos momentos de su vida ha tenido sobrepeso y obesidad, tanto así que en 2008 se sometió a una cirugía bariátrica con el que logró bajar de manera significativa de peso.

Con el paso de los años, volvió a aumentar, razón por la que volvió a visitar a su médico. Él le habló de estas inyecciones y visitó a una médica internista, que en este caso fue Maria Clara 0rtiz Sierra, con la que inició su proceso con Sadexa, las inyecciones aprobadas en Colombia por el Invima para tratar su obesidad.

“A mí el Mipres me da cinco plumas (inyecciones) mensuales y solo debo pagar un copago de 56.000 pesos. Me la suministro en las mañanas en ayunas. Lo único es que me da sed, por lo que me mantengo bien hidratada. Estas inyecciones me quitan la ansiedad de pensar qué voy a comer, especialmente con los dulces. Las porciones de comida disminuyen porque te llenas rápido y esto lo complemento con ejercicio y alimentación saludable. Desde diciembre y hasta ahora, con las inyecciones, he adelgazado 7 kilos y se las recomendaría a todas las personas que tengan sobrepeso y obesidad”.

$!Manuela Monsalve Isaza es una usuaria del medicamento inyectable <i>Saxenda </i>y con él ha bajado 7 kilos desde diciembre. FOTO: Cortesía
Manuela Monsalve Isaza es una usuaria del medicamento inyectable Saxenda y con él ha bajado 7 kilos desde diciembre. FOTO: Cortesía

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