PERSISTENCIA DE LA VISIÓN
Este efecto de la persistencia se utiliza en el cinematógrafo, en donde se presenta una sucesión de fotografías fijas (los cuadros) a una velocidad de 24 cuadros cada segundo. En la televisión también se presenta una sucesión de imágenes fijas a razón de 25 a 30 cuadros p/seg.
La pregunta que nos podemos hacer es ¿cómo "rellena" el cerebro las lagunas? Se han dado algunas respuestas a esta cuestión. En primer lugar, el sistema visual no compara punto a punto dos imágenes sucesivas, sino que solamente, toma aquellos puntos de una imagen que son los sobresalientes y luego busca en dónde se encuentran en las imágenes sucesivas. De esta manera se reduce significativamente el tiempo que requiere para lograr el proceso de percepción. Este hecho tiene su origen en la evolución de la visión. Esta habilidad ha sido resultado de la necesidad de poder detectar movimientos que se ven de manera intermitente, por ejemplo los de un animal que se mueve detrás del follaje. Es así que, durante millones de años, se ha ido adquiriendo una serie de "trucos" que utiliza el sistema visual para hacer de la detección un elemento eficiente.
Algunos factores importantes en la forma en que opera el ojo son los siguientes: en primer lugar, al comparar dos imágenes sucesivas, el sistema compara primero regiones de iluminación similar antes de comparar contornos muy precisos. Es decir, primero se da cuenta de efectos de bulto y luego de detalles; en segundo lugar, otro rasgo que la visión detecta de manera inmediata es la textura de los objetos. El comparar esta característica entre dos imágenes sucesivas, puede decidir si ocurre o no movimiento y, en tercer lugar, el factor que ayuda a percibir movimiento es, la comparación de, contornos pronunciados. Existe evidencia de que hay un rastreo jerárquico entre estas tres características (iluminación, textura y contornos) y en el orden en que las mencionamos.
Otro factor que interviene en el "relleno" arriba mencionado es el conocimiento intuitivo que el cerebro tiene de las propiedades dinámicas del movimiento. Esto significa que en el "relleno" los movimientos se ajustan a las leyes físicas. En particular, el sistema visual tiende a rellenar en una forma que tiene reminiscencias de la primera ley de Newton del movimiento: los objetos en movimiento tienden a continuar dicho movimiento a lo largo de líneas rectas.
Otro elemento que interviene en el "relleno" es el conocimiento de que al moverse un objeto va a tapar y destapar progresivamente los objetos que están en la parte posterior. Es decir, el cerebro cuenta con la información de que, cuando un objeto que es opaco y tapa a otro que está en la parte posterior, este último no desaparece aunque no lo esté viendo, sino que continúa existiendo.
En resumen, al percibir movimientos el sistema visual extrae muy rápidamente rasgos sobresalientes y aplica leyes de movimiento para procesar la información.
Hay alguna evidencia de que existen células a nivel microscópico que son sensibles al movimiento de los cuerpos, distintas de aquellas que lo son, por ejemplo, al color. Sin embargo, hasta el día de hoy todavía no se tiene un conocimiento detallado de los mecanismos microscópicos que dan lugar a los fenómenos arriba mencionados.
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen2/ciencia3/073/htm/sec_14.htm
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