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Una vieja leyenda nos cuenta la historia de una hermosa princesa, la más hermosa de las princesas, atrapada en una torre de piedra, la más alta de las torres de piedra, custodiada por un temible dragón, el más temible de los dragones. Hasta que un día un valiente caballero, el más pendejo de los caballeros, decide arriesgar su vida para liberarla y convertirla en su esposa.
El Caballero Pendejo en vez de
intentar enamorar a cualquier princesa soltera, próxima heredera de un
pacífico reino, decide enfrentarse a llamaradas de fuego para conquistar
a una antisocial aislada en las alturas. Es por eso que, siguiendo el
ejemplo de la leyenda, hoy en día una Hembra humana se inventa dragones y
simula ser una doncella en apuros para atraer a rescatistas cabalgando
en un corcel blanco, preferiblemente un Mercedes Benz blanco.
Pero,
¿por qué el Caballero Pendejo prefiere ir tras una Hembra con
obstáculos tan colosales en el camino del apareamiento? ¿Acaso es más
atractivo para dicho guerrero conseguir una difícil victoria que una
fácil rendición? ¿Acaso es más atractivo enfrentarse a un dragón que a
una suegra? Una teoría del Sindicato Femenino asegura que los caballeros
las prefieren brutas y por eso se desviven por atrapar un cerebro
manipulable, como el de la princesa incomunicada del mundo exterior,
para así ejercer un gobierno carente de oposición. Sin embargo, el MLM
(Movimiento de Liberación Masculina) controvierte asegurando que la
brutalidad es un ingrediente equivalente a la cereza en un helado:
adorna, pero prescindible para el sabor deseado.
Debido a la falsa idea promovida por la unión sindicalista, las Hembras en una primera cita se dejan infectar por el virus ¡A mí también!.
Por ejemplo, a la luz de las velas, si él llegara a comentar que aunque
no le gustan los boleros, adora el de Celia Cruz que está tocando el
trío del restaurante, inmediatamente ella expulsaría el siguiente
germen:
- ¡A mí también!
Acto seguido, él ensartaría un par de aceitunas en su tenedor y se la comería con sumo placer, para decir:
-
Le juré y rejuré a mis papás que nunca, en mi sano juicio, me comería
una de estas agrias bolitas verdes. Pero hoy me trago mis palabras y
todo plato con aceitunas.
- Qué casualidad, ¡a mí también me pasó lo mismo!
-
Te tengo otra segura coincidencia entre los dos: después de cenar,
¡compré boletas, en primera fila, para la nueva película de Vojtech
Švankmajer!
- No sé cómo lo adivinaste... ¡A mí también me encanta Schwarzenegger!- respondería ella, mientras aplaude emocionada.
La
búsqueda afanosa por parecer dos mitades de una misma naranja, es parte
de la estrategia de una Hembra por parecer una princesa desesperada.
Aunque, al terminar la cita, no debe extrañar que ella suelte los
dragones: evite un beso argumentando que van muy rápido, no conteste
llamadas y/o confiese que no le gusta lo que dijo que le gustaba en la
primera cita, entre otras necedades. Ese desafío, según los estatutos de
funcionamiento del Sindicato Femenino, es lo que incentiva a los Machos
humanos a conquistar una Hembra; así dan a entender que 'si quiere azul
celeste, que le cueste'.
El único
inconveniente es que ambos géneros entienden de una manera distinta ese
'azul celeste'. Las Hembras están convencidas que este comprende un
sinnúmero de elementos, siendo la brutalidad el más apetecido pero el
que ellos menos aceptan en público. En cambio, los Machos sólo ven un
elemento en ellas que les costará -y muy caro-, si desean poseerlo. Para
comprender la percepción masculina, desglosemos posibles candidatas a
ser seducidas, entendiendo que 0 es la menos apetecida y 10 es por la
que todos se pelean para aparearse:
· Hembra bonita = 9
· Hembra fea = 0
· Hembra fea + inteligente = -10
·
Hembra fea + inteligente + adinerada + famosa + fiel + divertida +
cariñosa + tierna + detallista + sincera + comprensiva + feliz + dulce =
6
· Supermodelo = 10
· Supermodelo + inteligente = 9.99
En
pocas palabras, los caballeros no las prefieren brutas, sino con
afiladas curvas. Por lo tanto, harán lo que sea necesario y se
enfrentarán a los dragones más fieros, mientras la princesa ostente una
atractiva silueta. No sobra aclarar que, de las candidatas mencionadas,
toda Hembra humana se ve a sí misma como la penúltima opción; y si es
ignorada por un Macho, creerá que es la última mientras tilda a la
penúltima de 'bruta'.
Hasta una próxima verdad humanamente irracional, Amigos de lo Salvaje.
Lucano Divina
Comandante en Jefe de Amigos de lo Salvaje-EA
Selvas de Sur America, abril 14 de 2012
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31 - V de Viejo Verde
22 - Miento, luego existo
18 - ¡Feliz Putalloween!
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